es la vida, es el fútbol.

«La pesadilla terminó. Cuando pitó el final del partido Pérez Burrull, el Real Valladolid, empapado en sudor frío, en pura angustia, abrió los ojos. Todo había sido una pesadilla, un mal sueño. A su alrededor había otro equipo llorando, pero todo había acabado con final feliz para el Pucela.

Ningún mortal merece pasar el sufrimiento que ayer hubo en Valladolid o en Sevilla. O en Gijón, o en Pamplona, o en Getafe. Es inhumano. Cuando pasen las horas, la alegría en Valladoid se impondrá y ese nudo en la garganta pasará. En Sevilla se instalará la depresión. Es la vida, es el fútbol.

De la muerte a la vida por un solo gol, el que no marcó el Betis en el Ruiz de Lopera en los últimos minutos de un partido loco, de un final de liga para psiquiátras y para fuertes de espíritu y de corazón.

La tarde empezó feliz. El Real Betis salió arrollador, pero falló ocasiones increíbles. Además, el Real Madrid, el Recre y el Racing ganaban. La euforia llegó al filo del descanso, cuando el Real Valladolid ponía la guinda con un gol de Aguirre. Un gol que no había merecido porque fue superado claramente por el Real Betis en muchas fases de esa primera parte que finalizaba con un 0-1 esperanzador, sumado a la derrota del Sporting ante el Recreativo y al empate de Osasuna ante el Real Madrid.

Pero todavía quedaba mucho sufrimiento. Arrancó la segunda parte con el cambio de Iñaki Bea por García Calvo, con el pie triturado. Pedro León, lesionado, también había dejado el campo en la primera parte, aunque su sustituto Aguirre, respondió con el gol. Y arrancó con el gol del empate del Real Betis, obra de Oliveira.

La pesadilla continuó con la remontada de Osasuna y el Sporting, que ponía el foco de la angustia en el Ruiz de Lopera porque el Betis se veía condenado al descenso con esos resultados, como así sucedió al final. Un gol del Real Betis hubiera mandado al Pucela a Segunda.

El final en Sevilla fue dramático. Goitom falló un gol clarísimo y Edú mandó el balón al larguero. Un gol cambiaba la gloria por el fracaso. Un solo gol. En el minuto 90, Sergio Asenjo atajó el cabezazo de Oliveira y el descuento fue un sinvivir.

Pero el gol del Real Betis no llegó. Cuando el protagonista blanquivioleta de la pesadilla iba a morir, despertó angustiado. La suerte, reñida con el Pucela en las últimas jornadas, le sonrió cuando más lo necesitaba. El Real Betis baja a Segunda. ¡El Pucela sigue en Primera!

Real Valladolid, SAD»


O futebol é apenas um jogo. Mas passional e irracional. Mexe com todas as emoções. Por muito que os ódios de estimação, que esse mesmo futebol cria, nos façam dizer algumas coisas pouco racionais, existe sempre um elemento identificador. E custa sempre ver alguém chorar lágrimas doridas pelo seu clube. Ontem, o Bétis não foi feliz. E o Ruiz La Lopera «afogou-se» nas lágrimas de tantos, principalmente crianças. Ao contrário do que muitos pensam, é assim que se ama ainda mais um clube. E eu sei do que falo. Ontem, também o Valladolid me ensinou mais alguma coisa. E este texto está aqui, exactamente por isso.
Malae



Sem comentários: